Ayer el Barça ganó con lo justo en su visita ante el Real Valladolid. El Barça realizó una primera parte que sí invitaba al optimismo para lo que resta de temporada pero en la segunda parte volvimos a ver al Barça flojo al que estamos acostumbrados a ver esta temporada.
El cambio de esquema de Setién triunfó de sobremanera en los primeros 45 minutos, todos los jugadores encajaban con su rol. Con el 3-5-2 Semedo percutía en ataque, Vidal llegaba y anotó el único gol del partido, Sergi Roberto volvió a estar muy bien, Riqui Puig estuvo espectacular sigue deslumbrando y las sensaciones eran inmejorables.

Ya en la segunda parte el equipo salió con una actitud lamentable y daba la sensación de que ya no daban para más. Suárez entró por un Griezmann que no pudo intervenir con el acierto que venía teniendo, pero el uruguayo entró para seguir demostrando que resta más que suma al equipo a día de hoy.
También fue sustituido Riqui Puig después del descanso. Un cambio poco entendible cuando el canterano era el único que daba dinamismo al equipo por un Rakitic que pasó sin pena ni gloria por el encuentro aportando un ritmo mucho más lento que Riqui.
También es de destacar la situación de Leo Messi. Su infinita calidad sigue haciendo que sea determinante y ayer dio la asistencia pero sigue gafado de cara a puerta y ayer estuvo menos acertado de lo normal. De cara a lo que queda de temporada especialmente en Champions será muy necesario ver a un Messi más brillante del que estamos viendo.
Setién acertó con el planteamiento y tácticamente está enriqueciendo mucho a un equipo que parece no dar más de sí mismo.
Con LaLiga ya perdida y la necesidad de demostrar de cara al duro tramo que nos espera en Champions, es imperdonable la lamentable actitud con la que el equipo ha salido en la segunda parte.
DAVID REDONDO