El barcelonismo recupera su ilusión tras vencer 3-0 al Levante en la vuelta de Ansu Fati.
En el retorno del conjunto azulgrana al Camp Nou, la imagen que dejó el equipo fue totalmente diferente respecto al partido contra el Granada.
Ronald Koeman había puesto en duda durante esta semana el modelo tras los dos últimos pinchazos ligueros y según su visión futbolística parecía que el ‘tiki-taki‘ estaba anticuado con esta plantilla, pero la plaga de lesiones, sobre todo en el mediocampo, hizo que el técnico holandés tuviese que recurrir a dos canteranos como Nico y Gavi, que volvieron a mostrar cual es el camino que debe seguir el Barça ya no solo en el futuro, sino también en el presente.
Por reivindicación o como mensaje a los menos puristas debido a las últimas actuaciones, los jugadores evidenciaron en 15 minutos el juego que permite destacar las verdaderas potencialidades individuales y por supuesto colectivas.
Desde el sector izquierdo entre Memphis Depay y Sergiño Dest crearon peligro una y otra vez a la defensa granota. El neerlandés deleitó con unas acciones que le permitieron romper la dinámica negativa de cara a gol, provocando un penalti que él mismo transformaría. Si hablamos de acierto también debemos nombrar a Luuk De Jong, que hasta la fecha tampoco estaba siendo agraciado y curiosamente no sería de un centro su primer tanto con esta camiseta, ya que el estadounidense le dejaba solo en el área para batir a Aitor Fernández.
En la segunda mitad y con el partido a favor, Alfred Schreuder que dirigía desde el banquillo por la sanción de Ronald Koeman, se dio el gusto de dar entrada a Riqui Puig, un momento sonoro en el estadio y no por el cambio, ya que el público realmente enloqueció porque justo en ese instante salía a calentar Ansu Fati. Y es que después de 323 días el canterano volvía a jugar con el Barça.
Los 10 minutos que participó dieron para mucho. Su gol en el descuento tras una recuperación fueron la guinda del pastel a una tarde que quedará para el recuerdo, donde la afición se volvió a levantar de sus asientos gracias al nuevo heredero.
Nacho Jiménez
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