Tras un año con muchos cambios y con momentos muy duros, el Barça consigue levantarse. Derrotas muy duras, un nuevo presidente que costó mucho tiempo llegar, desestabilidad en el club, crisis económica… Sin embargo, el Barça ha podido superar estos baches y revertir a situación.
El F.C.Barcelona, dos temporadas después, vuelve a levantar otro título y regresa a la senda ganadora. La última copa que levantó el club fue en la temporada 2018-19, por aquel entonces aún con Ernesto Valverde en el banquillo, y ganó LaLiga superando al Madrid con una diferencia considerable.
Desde aquel momento, nadie pensaba que este club iba a vivir todo lo que ha vivido. Aún así, el Rey de Copas regresa por todo lo alto y recupera el trono que le pertenecía. Una Copa que siempre ha sido muy especial y, a expensas de otros, muy valorada. La Copa del Rey, ese título que los culés disfrutan cada año y que en las finales se montan una fiesta del barcelonismo que ya viene siendo costumbre cada temporada. Se juntan todos los aficionados y celebran un título juntos.
El Rey de la Copa, Leo, ha vuelto a dejar claro quién es el que manda. El que no aparecía en los momentos importantes, el que no aparecía en las finales, el que se escondía ha vuelto a dignificar su figura y enmarcar otra vez su nombre en la Final. Messi nos ha dejado un gol histórico, que recordó a aquel que también le hizo al Athletic y dejó en evidencia al mundo del fútbol. El mejor de todos ha retornado al trono y lo ha hecho por todo lo alto. Esa cara sonriendo, que demuestra que Messi está más a gusto que nunca aquí y que se quedará. Si él sonríe es que todo va bien.
Otro que ha relucido ha sido Gerard Piqué. Reaparecía en la noche de hoy, después de tiempo lesionado y ha forzado para llegar a la cita. Ha estado estelar, ningún fallo y atento en todo momento. Siempre bien colocado y contundente. También hay que acordarse del gol para empatar la eliminatoria contra el Sevilla, ese es el gol por el que el Barça hoy se ha plantado en esta final.
No hay que dejar de lado la exhibición futbolística que nos ha brindado en esta noche de abril Frenkie De Jong. El centrocampista total, más liberado que nunca y con una confianza por las nubes. Ha demostrado ser, una vez más, una de las piezas angulares del equipo. Imprescindible en la medular para romper líneas con sus conducciones brillantes. Y encima llegando al área y anotando goles trascendentales.
Por último, y no menos importante, la figura de Antoine. Esta tenía que ser su noche, llegó para partidos como este y ha cumplido con creces anotando el gol para abrir la lata de la final. Está ha sido LA COPA DEL REY DE GRIEZMANN. Apareciendo en los momentos importantes, cuando el equipo lo necesitaba. Ahora es cuando hay que acordarse de esos goles y asistencias en Granada para remontar el partido y llegar a semis.
El Barça gana su 31ª Copa del Rey y lo hace con una superioridad magistral. Con un 83% de posesión y dominando todos los tramos del partido. Por ende, los de Koeman han merecido esta victoria sin lugar a duda.
Pero esto no se ha acabado y a la temporada aún le quedan unos cuantos partidos más, partidos importantes que pueden llevar al Barça a ganar otra Liga, estos chicos quieren más. Esperamos tener otra celebración esta temporada y poder celebrar otro título. Eso sí y ya no te lo quita nadie, EL REY DE COPAS HA RECUPERADO SU TRONO Y EL BARÇA TENÍA GANAS DE VOLVER A GANAR.
POL ALONSO
Más Que Pelotas - Més que un Canal 