En el mejor momento de la temporada, cuando se veía a un equipo distinto y con mimbres para poder competir con cualquiera, va y se lesiona Araujo. Uno de los motivos por los que se puede explicar la metamorfosis blaugrana en estos primeros meses del año.
El calendario, haciendo las funciones de verdugo, ha querido poner a prueba la resistencia de este nuevo Barça. En las semanas más decisivas, en esos momentos donde ya se empieza a vislumbrar el devenir de la temporada, el almanaque ha mostrado su vena ejecutora con la que podría aniquilar de forma fulgurante a los chicos de Koeman. En el horizonte próximo, Sevilla y Paris Saint Germain. Los peores rivales en el momento más delicado.
Si nos remitimos al juego desplegado desde que comenzó el 2021, los culés tienen motivos de sobra como para creer que hay vida más allá de La Copa. Aunque el técnico holandés, en un ejercicio de modestia y de realismo, consciente de que tiene una plantilla que se sostiene con pinzas sin recambios, señalara a la competición copera como el objetivo más factible.
Para una afición sedienta de buenas noticias, cualquier atisbo de esperanza se visualiza como un rayo de luz al que agarrarse. Las últimas remontadas, el ambiente cada vez más familiar de los jugadores y el juego coral desplegado en determinados encuentros, invitan al aficionado a preguntarse si es posible conseguir algo importante esta temporada.
EL PROBLEMA ESTÁ EN LA ENFERMERÍA
Sin la figura de Araujo sería imposible explicar esta nueva versión del Barça. Con el uruguayo haciendo las funciones de central ‘duro’, que no se veían en Barcelona desde la salida de Puyol y Mascherano, el conjunto de Ronald ha podido ir modulando un carácter ganador que ha traído consigo un juego esperanzador. El fornido defensa blaugrana otorga la seguridad necesaria como para que los que están arriba jueguen sin el freno de mano. Todo parece fluir y encajar.
Por eso es tan importante la lesión que sufrió el joven central el pasado domingo. No por su gravedad -estará listo en tres semanas máximo-, sino por el momento en el que se produce. Con la baja confirmada de Piqué, Koeman solo cuenta con dos centrales del primer equipo, Lenglet y Umtiti, y Mingueza del filial, para afrontar el momento clave de la temporada. Es abismal la diferencia que hay entre ganar o perder estos partidos.
¿QUÉ HARÁ EL TÉCNICO HOLANDÉS?
*Se cuenta con que Araujo no llegará ante el PSG, pero sí Sergiño Dest.
- Ante el Sevilla: Alba, Umtiti, Lenglet, Mingueza. Ante el PSG: Alba, Lenglet, Mingueza, Dest.
- Esta opción es, a priori, las más coherente viendo el rendimiento de los futbolistas en los últimos partidos. Ahora mismo parece que Mingueza estaría por delante de Umtiti en el eje de la zaga. Y Dest sería importante por su velocidad a la hora de cerrar espacios.
2. Ante el Sevilla: Alba, Lenglet, Mingueza, Firpo. Ante el PSG: Alba, Umtiti, Lenglet, Dest.
- Esta distribución sería, cuanto menos, curiosa. Ya que Firpo parece no tener la confianza del holandés y Umtiti no aporta garantías físicas ante un rival físico como los parisinos.
En función de cómo se desarrolle el partido de mañana, podremos sacar conclusiones de cara al enfrentamiento europeo. Igualmente, todo puede dar un giro si finalmente Araujo acaba forzando a través de infiltraciones para llegar a la cita de Champions. Veremos cómo construye Ronald su puzle defensivo. Lo que está claro es que, a perro flaco, todo son pulgas.
EMILIO VALENZUELA