El día de Reyes, pudimos ver en ‘La Catedral’ una nueva exhibición del rey y del que ya es su príncipe particular, y no, no es Griezmann. Messi y Pedri volvieron a escribir en San Mamés otro capítulo de una historia de amor que guía al Barça a la vez que ilusiona a una afición falta de algo a lo que atenerse en una temporada oscura.
Esta campaña no está siendo fácil en Can Barça, en ningún ámbito. La delicada situación del club y muchas otra circunstancias que conocemos de sobra, hace tiempo que borraron la sonrisa de la cara Messi. Pues el argentino ha encontrado de nuevo su felicidad en quien menos es esperaba. En un chaval con 18 años recién cumplidos, que fue repescado de su cesión en Las Palmas y que empezó la temporada con un rol secundario en el equipo de Koeman. Pedro González, más conocido como ‘Pedri’.
El astro argentino encontró su brillo cuando encontró su pareja de baile sobre el césped, con un genio. Porque eso es lo que es Pedri, un jugador especial sin un físico espectacular pero que es capaz de reunir las características que le hacen ser un mago y a la vez un guerrero. Le caracteriza la calma y la capacidad para elegir en cada momento la acción adecuada y para ejecutarla como si de un videojuego se tratase. Y si algo le hace ser un jugador aún más especial e importante para el equipo, eso es el descaro que tiene para querer siempre el balón; nunca se esconde, pero cuando la pierde demuestra su enrome sacrificio corriendo como un loco para recuperar el balón. Normal que el poco tiempo que lleva en el club ya se haya ganado los corazones de todos los culés.
Pedri le enseña el camino a Messi y juntos se lo enseñan al Barça. Los blaugranas empezaron perdiendo en San Mamés y mostrando un juego dubitativo, hasta que ‘el dúo dinámico’ entró en acción. Leo empezó a conectar con Pedri y esta sociedad, como ya ha sucedido en otros partidos, lleva al Barça a alcanzar otro nivel de fútbol y de confianza que hicieron que el equipo diese una exhibición. Sin olvidarse del tercero en discordia: Ousmane Dembélé. El francés ofreció recursos ofensivos distintos y complementó un ataque que resultó ser muy peligroso para la defensa del Athletic.
Uno de los pesos pesados del vestuario, Jordi Alba, se rindió a Pedri en unas declaraciones después del partido y también elogió la sociedad ha creado en el campo con Leo Messi.
«Los buenos jugadores se entienden bien. Pedri tiene la cabeza muy amueblada, es humilde y sabe escuchar. Tenemos mejores sensaciones»
Pues eso, un tipo simple que ha conseguido algo tan complejo como que Messi vuelva a entusiasmarse en este Barça. Puede parecer raro y más viniendo de un chico de tan solo 18 años, pero si Messi se acaba quedando, parte de la culpa la tendrá Pedri. Juntos, dieron al Barça una victoria muy importante y, a la afición, razones por fin para creer en un futuro mejor.
DAVID REDONDO