Las últimas horas del mercado de fichajes en las oficinas del Barça fueron de infarto. Muchos de los objetivos que se propusieron inicialmente no se cumplieron y un claro ejemplo es el de Todibo. El club esperaba vender al francés, una idea que se desvaneció ante la negativa del jugador por marcharse a la Premier.
Everton y Fulham mostraron interés en el central. El conjunto de Ancelotti, pese a todo, no acabó de enviar ninguna oferta y se hizo con los servicios de Godfrey, a diferencia de los cottagers que lo tenían todo acordado con la directiva azulgrana para cerrar su traspaso por 18M, pero que en este caso se encontraron ante el desinterés de Jean-Cleair por unirse a sus filas, un hecho que acabó por romper las negociaciones para que finalmente acabasen optando por fichar a Andersen del Lyon.
Esos millones con los que contaba el Barça como ingreso, eran claves para afrontar la operación que tenían en mente, la de Eric García. El club necesitaba dinero para subir la oferta en fijos o variables, pero sin embargo con esa cesión que se acabó produciendo al Benfica por 2M más el ahorro de la ficha, no fue suficiente para llegar a las cifras que demandaba el Manchester City.
El convencimiento y el optimismo era total hasta que se produjo ese giro en los acontecimientos acabó por truncar su llegada en este mercado veraniego.
Koeman a día de hoy cuenta con cuatro centrales de la primera plantilla (Piqué, Lenglet, Ronald Araújo y Umtiti). Posiblemente se deberían haber quedado también al compatriota de Clément y Samuel teniendo en cuenta el riesgo de lesión, pero Mendes y Bartomeu han decidido llevarlo a Portugal dos años a la espera de ver si acaban ejecutando la opción de compra por 20M, que en este caso no es obligatoria.
IGNACIO JIMÉNEZ
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