El nuevo Barça de Ronald Koeman comenzó LaLiga goleando al Villarreal y dejando buenas sensaciones con el juego ofrecido por el equipo. Pese a que la situación del club no sea la mejor, el primer partido oficial de la temporada siempre ilusiona y los de Koeman no decepcionaron.
Si tenemos que sacar un nombre propio de este encuentro ese es el de Ansu Fati. El joven de 17 años fue titular y volvió a dar una exhibición de su calidad anotando dos goles de auténtico ‘killer’ y siendo la referencia del Barça en el ataque. Ansu volvió a demostrar una vez más el diamante en bruto que tenemos en casa de cara al futuro y que ya hace cosas muy grandes en el presente.
Ansu Fati marcó los primeros dos goles de los cuatro que anotó el Barça en la primera parte. El otro goleador fue Messi que convirtió un penalti provocado por el propio Ansu y el cuarto y definitivo gol fue en propia meta del Villarreal. En la segunda parte no hubo más goles y el equipo se dejó llevar ya más relajado con el 4-0 en el marcador.

Con los 5 cambios, pudimos ver actuaciones de algunos reservas muy destacables. Como por ejemplo la de Francisco Trincao. El portugués entró sustituyendo a Griezmann y demostró, en solo 12 minutos, que se adapta mejor que el franés a lo que pide Koeman para esa posición en el 4-2-3-1. Griezmann sigue trabajando y haciendo movimientos útiles tanto en ataque como en defensa pero sigue dejando dudas ya que no termina de encontrar su sitio para sentirse cómodo.
Otro jugador que entró y que dejó muy buenas sensaciones fue Pjanic. Es un caso parecido al de Trincao. El bosnio jugó cuarto de hora y dejó muy buenas sensaciones. Pjanic entró sustituyendo a Busquets, cuya actuación en el partido de ayer no fue la mejor. No descartemos que poco a poco Pjanic le pueda quitar el sitio a Busquets en el once junto a Frenkie De Jong en el doble pivote.
En lo individual, también cabe destacar las actuaciones de Messi y de Coutinho. Leo no fue lo participativo que acostumbra pero esto se debió al nuevo rol que le otorga Koeman dentro del campo. El holandés quiere situar a Messi más cerca de la zona de finalización y no tanto de la de creación donde tenia demasiada responsabilidad, aunque de todas maneras, el argentino sigue siendo decisivo. Coutinho se situó en su zona de confort, en la mediapunta, y ahí pudo seguir demostrando su mejoría dentro del equipo que viene demostrando desde la pretemporada.

La mano de Koeman se notó en la intensidad y la superioridad que mostró el equipo durante todo el partido. Uno de los problemas del Barça en los últimos años eran las desconexiones que el equipo tenía en algunos tramos del partido, Koeman ha trabajado en ello y ayer vimos un Barça mucho más sólido y regular. Es de aplaudir el mérito del holandés que ha conseguido que un equipo que iba a la deriva, dé ahora unas sensaciones que ilusionan a la afición de cara a esta temporada.
DAVID REDONDO