Messi ha anunciado, en una entrevista exclusiva con Rubén Uría, su decisión de continuar en el club ante la posibilidad de una batalla judicial.
Hasta aquí llegó la novela de Leo Messi. El diez del Barça concedió una entrevista en exclusiva mundial a Goal en su casa de Castelldefels. Leo ofreció su versión de lo acontecido en las últimas semanas y no dejó títere con cabeza. Su intención de abandonar el club era firma, pero la posibilidad de acabar en los juzgados con el equipo de su vida le ha hecho replantearse su postura. Va a seguir en el Barça. Al menos una temporada más.
El argentino afirma que su idea de abandonar el Barça venía madurándola desde hace tiempo, y Bartomeu lo sabía. “Se lo llevo diciendo todo el año. Creía que era el momento de dar un paso al costado. Creía que el club necesitaba más gente joven, gente nueva y pensaba que se había terminado mi etapa en Barcelona”. Recalca que la derrota ante el Bayern fue muy dolorosa, pero no fue el detonante de su decisión. “No vino a causa del resultado de Champions ante el Bayern, la decisión llevaba pensándola mucho tiempo”.
También dejó claro que lo que le lleva a esta situación es la desastrosa gestión deportiva del Barça de Bartomeu. «Siempre dije que quería acabar aquí. Que quería un proyecto ganador para seguir agrandando la leyenda del Barcelona. Y la verdad que hace tiempo que no hay proyecto ni hay nada, se van haciendo malabares y van tapando agujeros a medida que van pasando las cosas». Leo destapa de esta forma lo que todos ya sabíamos. En el Barça no hay ningún tipo de planificación. Funcionan improvisando. Y así les va.
En lo que respecta al famoso burofax, Messi asegura que es su último recurso, ante los oídos sordos del presidente. “El burofax fue para hacerlo oficial de alguna manera. Durante todo el año llevaba diciéndole al presidente que me quería ir”. Afirma que, de no haber mandado el burofax, la junta hubiera seguido como si no pasara nada.
La sensación es que Messi se queda a disgusto en el club. Lo hace porque no tenía otra salida y no quería un enfrentamiento con el equipo de su vida. «Voy a seguir en el club porque el presidente me dijo que la única manera de marcharme era pagar la cláusula de 700M, que es imposible, y que luego había otra manera que era ir a juicio. Yo no iría a juicio contra el Barça nunca porque es el club que amo, que me dio todo».
Ahora lo que le toca es centrarse en la nueva temporada. El capitán promete implicación máxima y reconoce que es buena la llegada de un nuevo técnico. “Hay un entrenador nuevo y una idea nueva. Eso es bueno, pero después hay que ver cómo responde el equipo y si nos va a dar o no para competir. Yo lo que puedo decir es que me quedo y voy a dar el máximo”.
El futuro de Messi en el club parece incierto. Los culés deben agarrarse a Koeman y a las elecciones de marzo. El técnico holandés tiene en su mano cambiar la mentalidad negativa de Leo. Después, la llegada del nuevo presidente y de un proyecto ilusionante podrían terminar de afianzar la relación Messi – Barça. Seguimos disfrutando de Messi, a pesar de todo.
EMILIO VALENZUELA
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