Al final parece que el relevo generacional se quedará a medias. Angustiado por su pésima gestión, a Bartomeu no le quedará otra que: tragar con lo que hay o dejar marchar casi gratis a varios de sus pesos pesados.
Después de sufrir una de las humillaciones más clamorosas de la historia del Barça, todo el mundo estaba de acuerdo en que era necesario un cambio radical que afectara a todos y cada uno de los estamentos del club. La afición, además de señalar a varias de las vacas sagradas, pide a gritos la dimisión de la junta presidida por un Bartomeu que está aferrado a su sillón. Ni el desastre de Roma, ni el de Liverpool y, por supuesto, ni este último ante el Bayern, hacen recapacitar a un presidente que sigue con su idea de que la revolución tiene que ser solo deportiva. Y esas estamos.
KOEMAN, EL ELEGIDO PARA LIDERAR EL CAMBIO
La primera decisión después del descalabro sufrido en Lisboa fue despedir a Setién y fichar a Ronald Koeman como nuevo entrenador. Un día antes de su presentación como técnico, Bartomeu, en una entrevista para Barça TV, dio los nombres de los futbolistas que son intransferibles. En este listado solo aparecían siete jugadores, lo que quiere decir que se escucharán ofertas por todos los que componen el resto de la plantilla. A priori, un cambio muy radical comandado por un Koeman con una capacidad de decisión muy superior a la de sus predecesores.
PROBLEMAS PARA VENDER
Ahora el problema está en las salidas. Jugadores con fichas mareantes, con contrato en vigor y con una edad considerable. Todos los requisitos necesarios para que ningún club realice ofertas importantes. Si quieren deshacerse de varios pesos pesados, Bartomeu va a tener que “regalarlos”. Este es el efecto que provoca una gestión deportiva pésima y ruinosa.
UN CAMBIO NO TAN RADICAL
Ante este panorama, lo que se esperaba que fuera un cambio radical a nivel deportivo, resulta que no será para tanto. Al parecer, Koeman ya habría comunicado a Jordi Alba, Busquets y Piqué, que cuenta con ellos para la temporada próxima. Una decisión que viene dada casi por obligación, debido a la crisis económica que atraviesa el club para afrontar los posibles fichajes. Todo hace indicar que Bartomeu no podrá llevar a cabo su revolución. Solo se harán arreglos a una plantilla que necesita una revisión completa.
EMILIO VALENZUELA
Más Que Pelotas - Més que un Canal 
Una verdadera pena lo que le esta pasando a la entidad. Espero que los socios aprendan algo de esto pero lo dudo seriamente. El Barcelona ya no es aquel equipo que soñaba con la copa de Europa, el Barcelona tiene 5 orejonas y creo que algunos socios no lo han entendido. Ya no puede existir conformismo en un club que tanto ha ganado en estas tres décadas y estoy convencido que lo peor que le puede pasar a este club es que de todo esto no se aprenda nada.
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