El Barça llegó al choque de ayer en Balaídos con la imperiosa necesidad de sumar los tres puntos para seguir ahí en caso de que el Madrid pierda puntos. Los de Setién empataron y acercaron esta Liga un poco más a un Real Madrid que con una victoria hoy sacaría dos puntos al Barça.
La primera parte nos hizo ser optimistas. Vimos el mejor fútbol que ha ofrecido el Barça después del parón. Con un Riqui Puig muy dinámico, un Ansu Fati muy punzante y un Leo Messi que fue el más listo de la clase y se inventó una falta directa-indirecta; el Barça se fue con un 0-1 al descanso y muy buenas sensaciones.
Ya en la segunda parte, el Celta aprovechó un error en la zaga blaugrana y Smolov puso el empate en el marcador. Los culés lo siguieron intentando y en el 67′ la sociedad Messi-Suárez que tanto nos ha dado hizo que el Barça tomase la delantera de nuevo en el marcador con un magnífico gol del uruguayo. Con el 1-2 Setién decidió cambiar a Riqui y a Ansu, y se notó. El Barça dejó de tener la iniciativa mientras el Celta crecía. El empate vino de una falta magistralmente lanzada por Aspas y al final del partido Nolito estuvo a punto de hacer el 3-2.
Confusos por el tema Arthur, por la relación de la plantilla con el entrenador y la directiva y tocados en La Liga; el final de temporada se presenta muy cuesta arriba pero hay que seguir apoyando para remontar el vuelo porque esto no para: Siguiente parada, Wanda Metropolitano.
DAVID REDONDO
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