La polémica creada tras el clásico por la actividad de Sarabia , recordemos, segundo entrenador y principal ayudante de Setien, vista durante el desarrollo del mismo, merece un detenido análisis, a la luz de lo publicado y comentado al respecto. Parece ser que desde ciertos sectores de la prensa, así como de gran parte de las redes sociales, no aprueban lo visto durante el partido en el banquillo y zona técnica del estadio blanco. Es por esto que debemos puntualizar varias cosas, que creo son importantes.
El principal punto de análisis se encuentra en la posible extralimitación de funciones de la que acusan a Sarabia desde los sectores anteriormente mencionados. Cabe recordar algo fundamental, las funciones del principal ayudante, así como las de cualquier miembro del cuerpo técnico, las delimita el primer entrenador. Los criterios de Setien para gestionar su grupo de trabajo acertados o no, son decisión suya. Y obviamente, sus motivos tendrá. Vamos a poner un ejemplo; seguro que han oído hablar de la situación poli bueno- poli malo, en la cual el segundo entrenador o el preparador físico llevan la voz cantante, exigiendo al grupo hasta incomodarlos o extenuarlos, ahí aparece la figura del entrenador para calmar las aguas o bajas el nivel de exigencia. En cuanto a la gestión de grupos, esto es recurrentemente utilizado para ganarte al grupo y conseguir o reforzar tu estatus más allá de tu función. Por otra parte, otro motivo que acentúa el papel de otros miembros del cuerpo técnico es el carácter del entrenador, que se apoya en ellos para gestionar el grupo en base a características de la personalidad, o también en base a unos conocimientos que para el propio entrenador son limitados.
Es importante recalcar la dificultad de la función del entrenador, ya que debe gestionar dos grupos. No sólo a sus jugadores, también a los profesionales que conforman su cuerpo técnico, en los que se apoya para desarrollar su labor.
Y como no, una vez mencionados el grupo de jugadores, es importante señalar lo siguiente.
Según leo en prensa ( independientemente de su veracidad o no ) hay jugadores que comienzan a estar molestos con la actitud y exigencia de Eder Sarabia en los entrenos y su protagonismo en los mismos. Bien, el papel de Sarabia no debe sorprender, ya que es un rol que ya desempeñaba en su anterior equipo. Estamos llegando al límite de tener que pedir permiso o disculpas a los jugadores por corregir, no digamos por reprochar, y eso absolutamente inaceptable. El jugador no se debe acomodar, ni marcar la pauta que corresponde al entrenador. La actitud mostrada por Eder en un partido de la importancia de este domingo, ante lo que estaba ocurriendo es totalmente lógica, si se hubiera visto en varios jugadores sobre el césped, igual el resultado hubiera sido otro. Lo que ocurre y esto es clave, es que dicha forma de expresarse se espera del primer entrenador, y si amigos, eso choca de tal manera que confunde. Confunde a quienes están en el campo tanto o más que a los que están fuera. Todos esperamos a un Setien visceral, pasional en el área técnica. Se vio lo contrario, y eso para varios sectores es de difícil comprensión, incluidos los jugadores si la información mencionada es veraz. Que Eder Sarabia tarde o temprano de el salto creo que nadie lo duda visto lo visto, pero mientras esté con Setien, será el entrenador cántabro el que delimite funciones, puliendo a su aún joven ayudante, y creo que es el primero que sabe que para dicho salto, cada vez queda menos.
Fran Nieto Entrenador Nacional de futbol
Fotos vía Twitter.
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